Desde un primer momento, hay que estar seguros de que todos y cada uno de los datos están limpios y de que los anunciantes van a poder desarrollar una tecnología, que sea lo suficientemente adecuada, como para poder llevar a cabo la alineación de todas las fuentes de datos y, de esta manera, poder personalizar los emails, teniendo como base las compras pasadas, las interacciones y las conversaciones, aprovechando cada uno de los datos del susodicho espectro, desde las llamadas al servicio de atención al cliente, a las publicaciones que tienen lugar en las redes sociales o compras, en las diversas tiendas.
-Una
clave muy importante es la automatización. Para poder llegar a
alcanzar un buen nivel de personalización y sofisticación, hay que
lograr llevar a cabo la automatización. Los emails tienen que ser
importantes, por lo que todas y cada una de las interacciones, que
han tenido lugar, por parte de los clientes, deben tenerse en cuenta
y, para lograr esto, se deben llevar a cabo una analítica y un
software de atribución. Con las susodichas analíticas, los
anunciantes van a poder rastrear y clasificar todos y cada uno de
los datos, que han sido recogidos, en cualquiera de los puntos de
contacto, que hay con el cliente, y el lugar en el que este se ha
enviado -puede ser un móvil, Tablet o PC-.
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